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Y a los cuidadores, ¿quién los cuida?


CSA DENTAL     lunes, diciembre 18th, 2017     dependencia, movilidad reducida, personas mayores.

Tras años de trabajo y dedicación a la sociedad y la familia, nuestros mayores merecen todo el respeto y cuidado del mundo. Algunos de ellos optan por las residencias de la tercera edad, donde aparece una figura vital en sus últimos años de vida, la del cuidador.

El cuidador de las residencias de la tercera edad, desgraciadamente, realiza una labor que no todo el mundo respeta y valora como debiera. Sin embargo, su trabajo es muy digno, ya que requiere de una preparación y sensibilidad muy especial.

No queremos decir con esto que otros cuidadores o empleos no merezcan respeto. Sin embargo, sí que hemos de tener claro un detalle: el cuidador se ha ganado el cariño con su esfuerzo, dedicación y sensibilidad, y a continuación vas a descubrir los motivos.

La importancia del cuidador de la residencia de la tercera edad

En España, aproximadamente un 6% de ancianos son dependientes y viven en residencias de la tercera edad. Esto supone aproximadamente unas 150.000 personas que necesitan cuidados. Pero no solo cuidados; también les es necesaria la comprensión, el cariño, la compañía, la cercanía…

No todo el mundo está preparado para cuidar de un anciano. De hecho, incluso existe una Sociedad Española de Geriatría y Gerontología que se ocupa de velar por los derechos de las personas mayores cuya situación reviste vulnerabilidad.

Así que no es de extrañar que todo cuidador tenga como prioridad el cuidado y el respeto por la integridad psicológica y física de las personas a su cargo. Para ello, ha de actuar con un elevado sentido de la justicia, teniendo en cuenta criterios de integración y de no discriminación.

Otro aspecto en el que destacan los cuidadores de las residencias lo encontramos en el principio de autonomía. Es decir, debe velar por la capacidad de las personas a su cargo para tomar decisiones, y las ha de respetar en la medida en que sea necesario. Obviamente, siempre que no haya de por medio problemas psicológicos y enfermedades graves, como pueda ser una demencia senil en estado avanzado, Alzheimer, etc.

Una labor abnegada

Sin duda, el perfil de una persona entregada al cuidado de los ancianos es el de una figura abnegada. Este aspecto es absolutamente básico, ya que ha de personalizar la atención que provee a los demás. Por eso vela constantemente por el bienestar de otras personas, garantiza su autonomía tanto como cada situación le permite y evita tratamientos infantiles y poco participativos para los ancianos.

cuidadores csa dental

Los cuidadores, siempre ahí.

 

Tratar con una persona mayor implica cuidar a alguien con dignidad e identidad. Por desgracia, no todo el mundo es capaz de ver y respetar este aspecto. Sin embargo, sus escalas de valores, sus costumbres y sus creencias merecen ser tenidas en cuenta en todo momento; de ahí la necesidad de apoyar sus criterios siempre que no se promuevan hábitos poco saludables.

Otra de las fortalezas que demuestran nuestros maravillosos cuidadores es su capacidad motivadora. Un anciano, igual que cualquier otra persona, necesita objetivos y metas que cumplir. Así pues, hay que cuidar mucho su salud emocional y su entorno social. En estos casos, se antoja vital una empatía adecuada, y la capacidad para reforzar a otras personas es básica en el desarrollo de su trabajo.

A través de los cuidados que procuran los cuidadores, logran evitar el aislamiento de los ancianos. Porque la soledad es un poderoso enemigo de la tercera edad. Y esta soledad no solo se produce a nivel social y emocional; también puede aparecer a nivel físico. Por ello hay que evitar la dejación compartiendo tiempo de calidad, manifestando inquietudes y motivando e involucrando en la búsqueda de objetivos.

Un profesional en constante formación

Por fortuna, cada día estos profesionales de la geriatría están mejor formados. Fruto de ello es la constante formación para ser cada día mejores en su tarea.

Y también fruto de este esfuerzo encuentran nuevos caminos para motivar a los ancianos en su propia formación. Es decir, que logran que se impliquen en proyectos asociados a las nuevas tecnologías, acceso a información y ocio, etc.

Además, gracias a su capacidad formativa y empática, son una fuente de apoyo y comprensión. De esta forma, son conscientes de ciertos aspectos importantes, como la posible necesidad de una segunda opinión médica, o algo que puede parecer tan sencillo como el hecho de aceptar ayuda.

¿Te llama la atención? En realidad, es simple. Cuando nos cargamos con exceso de trabajo y responsabilidad, nuestra labor se resiente, ya que no siempre podemos abarcar todo. Si el cuidador está sobrecargado, quien realmente sufre es la persona cuidada, es decir, el anciano.

En definitiva, observamos que este profesional establece una empatía y una solidaridad especial, que incluso le puede llevar a entender que no siempre hay que intentar hacer cambiar de ideas a una persona mayor, por muy delirantes que parezcan. Al fin y al cabo, si inventan un esposo o amigo que no existió o murió tiempo atrás y le creen vivo, y se les intenta hacer cambiar de opinión, se podría generar una sensación de tristeza y frustración que no suele ser positiva.

Por todo esto, y por muchos más, desde CSA Dental lanzamos por medio de estas líneas nuestro más sentido homenaje a los queridos cuidadores de las residencias de la tercera edad, y siempre estaremos a su disposición para colaborar y tenderles nuestra mano cuando la necesitan.


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